
Nunca había hecho un viaje tan largo, aunque
me encantó. Fuimos haciendo alguna parada y los paisajes eran preciosos en todo
momento.
El sábado por la mañana fuimos a Grau Roig,
que son unas pistas de esquí cerca del Pas de la Casa. Cuando no hay nieve se
pueden ir a visitar en ellas unos lagos preciosos (los lagos de Pessons). La
verdad es que únicamente visitamos el primero, ya que había un buen trozo de subida,
pero, una vez arriba, mereció la pena. Disfrutando del paisaje, nos refrescamos
y bañamos (bueno, eso yo, porque el agua estaba helada y nadie más se atrevió a
meterse). Tomamos un buen bocadillo y nos volvimos cansados pero felices.
El domingo por la mañana fuimos a visitar el
“Estany de les Abelletes” que nos encantó al ver sus aguas cristalinas donde se
veían reflejadas las montañas. Incluso nos gustó más que el que vimos en los
lagos Pessons. Si volvemos otro año hay que subir preparado para hacer una
buena barbacoa, ya que tienen zonas habilitada para ello.

De verdad que merece la pena verlo en
esta estación del año.
¡Grandes mini-vacaciones!
¡Hay que repetirlas!
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